A menudo, los pacientes que han sido diagnosticados con Condromalacia tienen preguntas e inquietudes sobre la naturaleza de la afección y los tratamientos disponibles. Algunas de las preguntas más frecuentes incluyen:
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¿Qué es la Condromalacia?
La condromalacia patelar (CP) es una afección que afecta el cartílago articular de la patela y se extiende en una escala de gravedad que abarca desde fisuras menores en el cartílago articular hasta la pérdida total del cartílago y la erosión del hueso condral subyacente. La CP se considera una parte del síndrome de dolor patelofemoral, que se ubica en la parte frontal de la rodilla.
La CP es un diagnóstico común en niños, adolescentes y adultos jóvenes, así como en individuos que practican deportes de alta intensidad. A menudo, la CP no causa síntomas, pero en los casos en que los síntomas están presentes, el principal es el dolor en la parte posterior de la patela, que se agrava con la posición sentada con las piernas flexionadas (signo del teatro), subir y bajar escaleras y realizar actividad física intensa. Los síntomas pueden incluir crepitación, atrofia del cuádriceps y ocasionalmente edema y derrames articulares.
¿Qué origina la Condromalacia?
Aunque la CP es una afección común, todavía se entienden poco los mecanismos que llevan a la degeneración y destrucción del cartílago, los cuales probablemente son multifactoriales y pueden incluir factores como el peso, la condición física y la actividad (o la falta de ella), así como factores genéticos. En un cartílago articular saludable, los proteoglicanos y las fibrillas de colágeno se entrelazan para amortiguar la fuerza aplicada en las articulaciones.
En la CP, el cartílago se ablanda y eventualmente se degenera y erosiona. Se ha propuesto que las metaloproteinasas (MMPs) podrían ser responsables de la degradación de la matriz cartilaginosa, ya que estas enzimas son capaces de degradar proteoglicanos y colágeno. En las articulaciones inflamadas, la IL-1 estimula la producción de MMPs y suprime la síntesis de proteoglicanos y de los inhibidores de las MMPs (TIMP).
¿Que factores de riesgo pueden originar Condromalacia?
Diferentes factores han sido asociados con el desarrollo de la condromalacia patelar, incluyendo factores traumáticos como fractura de la patela, alteración meniscal, cirugía de rodilla previa y mal-alineamiento post-traumático. Además, la predisposición anatómica como subluxación patelar, síndrome de la patela alta, aumento del ángulo Q y desbalance en el músculo del cuádriceps también pueden ser factores predisponentes. Otras condiciones que pueden relacionarse con la degeneración cartilaginosa primaria incluyen la artritis reumatoide, sinovitis periférica, inmovilización prolongada y frecuente uso de inyecciones de esteroides intra-articulares. Por otro lado, el sobreuso debido a actividades deportivas vigorosas también se ha relacionado con la aparición de la condromalacia patelar.
¿Cómo se diagnostica?
Se han utilizado varias técnicas de imágenes para evaluar la degeneración del cartílago patelar, aunque algunas tienen limitaciones.
La radiografía convencional o artrografía a menudo no detecta la degeneración del cartílago y la TAC también tiene limitaciones, incluyendo la exposición a radiación ionizante y la falta de sensibilidad sin el uso de medios de contraste.
La RMN es un método no invasivo que ha demostrado ser confiable y preciso para evaluar el estadio de la lesión condral en la rodilla, pero puede ser relativamente insensible en estadios tempranos de la CP.
La artroscopía es considerada ideal para determinar la presencia y el patrón de la degeneración del cartílago, ya que permite explorar visualmente el grado de degeneración en la superficie del cartílago.
¿Cuáles son los tratamientos para la condromalacia?
El enfoque terapéutico para la condromalacia patelar varía según la causa de las alteraciones en la superficie articular y se centra en abordar la raíz del problema en lugar de sus efectos. Por lo general, se aplican medidas conservadoras, tales como:
- Algunas de las medidas conservadoras recomendadas para tratar la condromalacia patelar incluyen el uso de medicamentos como el acetaminofén o antiinflamatorios, aunque no hay pruebas claras del efecto de los medicamentos condroprotectores.
- Además, la pérdida de peso puede resultar fundamental, ya que cada libra extra se traduce en cuatro adicionales en la rótula.
- Es importante evitar actividades que ejerzan presión sobre la rótula, como subir y bajar escaleras, permanecer arrodillado o realizar ejercicios aeróbicos de alto impacto, y no usar zapatos con tacones.
- Se recomienda realizar ejercicios de bajo impacto, como nadar, caminar en superficies planas y usar bicicleta estática con un asiento alto y baja resistencia.
- Si estas medidas conservadoras fracasan, se puede considerar el tratamiento quirúrgico.
Según estudios, aproximadamente el 20% de los pacientes no responden satisfactoriamente a las medidas conservadoras. Para estos casos, se plantea un espectro de opciones quirúrgicas, que van desde la patelectomía, procedimientos de realineación, osteotomía patelar, desbridamiento abierto y manejo artroscópico. Sin embargo, debido a esta variedad de opciones, existen diversas opiniones sobre cuál de estos procedimientos es el más adecuado para cada caso en particular.
¿Qué ejercicios puedo hacer para tratar la condromalacia?
Para la condromalacia patelar se recomiendan ejercicios de bajo impacto en las articulaciones, lo que significa evitar actividades como crossfit, saltos repetidos, deportes de contacto y senderismo en montaña. En cambio, se prefieren ejercicios como la natación, caminar o correr suavemente sobre superficies planas y ejercicios en aparatos, donde el peso se controla al estar sentado o en posición estática, y se puede seleccionar el peso a levantar. Es importante evitar ejercicios explosivos, levantamiento de pesas con mancuernas, discos, barras, entre otros.